Publicado por prensa regional | Abr 14, 2025 | EDITORIAL | 0 |

No importa lo que digamos, el humano existente tiene que creer en algo o alguien, así está conformada su naturaleza, su esencia. El hombre es un animal crédulo.
Lo religioso, la fe en la existencia de un dios, es así una manifestación que aún el primitivo más antiguo ha demostrado. Enterrar los muertos, soportar los sufrimientos, mantener una esperanza, todo relacionado con un ser supremo que concederá la gracia de aliviarnos o darnos vida después de la muerte. Es que de lo contrario la finitud sería insoportable.
Los antiguos generales que se preparaban para la guerra consultaban a los oráculos y otras veces los sacerdotes analizaban las entrañas de los animales sacrificados, tener fe en el destino que le deparaba la batalla.
Pero la fe religiosa, también se traslada a los hombres predestinados a guiar a los pueblos y cuando esos hombres fallan, nace el concepto de “estafa”. El responsable que debía dar muestras de rectitud y muchas veces de infalibilidad, no es perdonado cuando, por la razón que fuere, se comprueba que usó ese crédito en beneficio propio o de su círculo y no para grandeza de sus guiados, algunos fueron castigados por el pueblo con la muerte.
Javier Milei, apeló a los Macabeos, antiguo pueblo del medio oriente, para inspirar fe en los votantes. “Las fuerzas del cielo” guiarán el espíritu de grandeza que los “argentinos de bien” se merecen, en 20 o 30 años. Mientras tanto vamos a dar “la batalla cultural” contra la casta. Promete que se va a “dolarizar” y que la economía subirá como “pedo de buzo” y los que no la “ven son mandriles”.

Los argentinos terminamos creyendo, es decir tuvimos fe y sobre todo cuando por las maniobras económicas la inflación fue bajando. Entonces creímos que la culpable de la inflación era la “emisión monetaria” y silbamos a los economistas que decían que no era así, los reprobamos porque “querían desestabilizar al gobierno”. Aplaudimos los despidos de los “vagos” que vivían del Estado. Ahora sí, sin vagos vamos a crecer. Entonces, sin vagos ni inflación y con un dólar barato veraneamos en Brasil y compramos en Chile. Cuando vengan las inversiones estaremos mucho mejor.
Y los legisladores aprobaron el RIGI, y se prometieron milagros de crecimiento. Pero aparecieron los “econochantas” que gritaban que había que devaluar porque íbamos a mucha velocidad y se venía la curva. Pero bailamos en la cubierta del Titanic, porque creíamos en el nuevo líder que “vino a despertar leones”.
Cada cual por las razones que fueren, depositaron esa fe, natural del humano existente, no en el plan (que nunca conocimos), sino en el hombre que como Moises vino a guiarnos hacia la tierra prometida, en treinta años (Como los judíos estamos extraviados girando por el desierto). Ese paraíso que, para muchos de nosotros, imposible de ver, pero si eso sirve para nuestros hijos y nietos. Vamos.
Entonces, la democracia que todo lo cura (Alfonsin) de pronto careció de valor, lo importante es lo que el líder indica, tengamos FE.
El Congreso, inventado por liberales (Alberdi primero) que querían poner un freno a los dictados personales de algún presidente extraviado, pasó a ser la cueva de las ratas. Se rompió la división de poderes de la casta, un decreto (70/23) dio al presidente, que nos llevaría hacia la gloria, poderes suficientes para ello. Las ratas, ya no podrían frenar el crecimiento. Así transitamos un año 2024 entre creer y fallos de fe, pero nada que no se curara con alguna oración. Se intensifica la batalla cultural, nace el “brazo armado libertario” y …
Pero vino Davos, y algo pasó. El foro económico, si los hay, sirvió para que el líder infalible en la batalla cultural, dijera que los “homosexuales son pedófilos” y algunos se sorprendieron y lo curioso es que la fe es tan fuerte que los mismos homosexuales dijeron que el presidente de todos los argentinos tenía razón y aunque “no dijo lo que dijo”, los faltos de fe malinterpretaban sus intenciones. Curiosamente, la prédica bajó un porcentaje en esa credibilidad. Primera señal que empezó a agitar el pensamiento crítico, propio de comunistas desestabilizadores.
La inflación bajó un poco más, el crowling peg se fijo en 1% y “JAMAS” se devaluaría ese dólar que tenía que ser más frágil que el PESO ARGENTINO fortalecido por la económia afincada en un Banco Central empoderado. Febrero amaneció con un sol de pleno verano.
El 14 de febrero se celebra el día de los enamorados, dedicado a un Santo, más fe. Creemos en el amor, eso que nos hace mejores. Sin embargo a las 19 horas aproximadamente, cuando ese viernes entraba en el ocaso, las noticias reprodujeron un posteo del líder que vino a despertar leones, empujando a comprar cripto monedas para hacernos crecer aún más. Nació el $LIBRA algo inspirado en las fuerzas del cielo, basta de Pesos, basta de dólares, $LIBRA para todo el mundo, apúrese que se agota, no se quede afuera del crecimiento descomunal. Vamos Macabeos.
En unas pocas horas esa fe, se transformó en chasco, muchos vieron como sus dinerillos se fueron por el caño, mientras escuchaban a su líder decir “Me equivoqué, no estuve lo suficientemente informado”. ¿Cómo se iba a equivocar el líder?, los dioses no se equivocan, salvo en la tragedia griega y en ella siempre hay muertos. Y los hubo. Los ESTAFADOS en la fe y en los bolsillos empezaron a correr el velo de la credibilidad. No vino a despertar leones, vino a joder giles…
Pero el fenómeno monetario impediría que la inflación vuelva, y la fe puesta en la NO DEVALUACION permite a los pocos creyentes que quedan (Spinoza se impone) decir que es preferible reconocer que los homosexuales son pedófilos, o que el presidente estafe con las cripto a los giles que juegan a la timba financiera porque es entre privados, antes que vuelvan los kukas, la chorra condenada por doble conforme judicial (solo falta la Corte). Todavía hay fe, pero ya no en el crecimiento a treinta años sino al terror inspirado por la vuelta del kuko.
Y llegó el otoño, y así como se caen las hojas, se terminan los últimos resortes de un gobierno que a fuerza de verdades se volvió inestable por sí mismo. Anuncia la gracia de un préstamo del FMI para sanear la economía. Lo que para Macri fue un pecado imperdonable, una traición a la patria, en boca de nuestro líder indiscutido, ahora es la panacea. El maná que nos merecemos para que nuestro Moises criollo nos lleve a la tierra prometida. Claro habrá que devaluar y volver a sufrir la inflación, que en marzo trepó al 3,7 % y amenaza subir en abril, pero los fanáticos olvidaron las promesas, ahora sí, vamos para adelante.
La ESTAFA, no consiste solamente en que sea penada por una ley. La ESTAFA es romper con esa credibilidad que el hombre pone en el hombre que promete. El argentino medio, el jubilado, el desocupado por el ajuste, el que perdió su negocio, el que vio morir a un familiar por falta de asistencia, etc., no puede creer en ese dios de furia que se esconde y festeja las mentiras por cadena nacional. Ahora si usted prefiere creer debemos reconocer que, contra la fe, tan inherente a la condición humana, no hay argumento racional y coherente posible.
Las próximas elecciones podrá votar, con fe, en La Libertad Avanza, pero no puede decir que las señales del principio de revelación no indican que lo están estafando.
(*) DR. MARIO OSCAR BUONO . Abogado./ Director Propietario de Prensa Regional On Line.- / Integró el cuerpo de abogados de Presidencia de La Nación (COMFER-AFSCA-ENACOM) (1989-2019) /Fue Vice Presidente Foro Municipal de Seguridad Ciudadana de Esteban Echeverría (2005-2007) / Fue Presidente ONG S.A.M.E.E. (2003-2007)/ Fue Coordinador DDHH Municipio Esteban Echeverria (2006-2007) / Presidente ASOCIACION CIVIL “LIBERTAD DEL CONOCIMIENTO” / Secretario del Partido “Unión Por Todos” Provincia de Buenos Aires.
